Hay magia en la cotidianidad. Encontrarla es nuestra decisión y responsabilidad.

Es fácil perdernos entre las responsabilidades del día a día y así poco a poco entre tanto que nos rodea perder esa capacidad de asombro de poder apreciar en los micro-detalles de la vida esa magia bonita de conectar, agradecer, de sentir con todos nuestros sentidos esa emoción de estar presentes y vivos.

Esta semana mientras salía del trabajo:

Un señor quería cruzar la calle, yo atravesarme, los carros nos lo impedían a ambos. 

Hacemos contacto visual (nos coordinamos al instante) yo me atravesé y el pudo caminar tranquilamente con su bastón y así los dos hicimos un puente sin hablar, solo una sonrisa y en la lectura de labios un ¡Gracias! 

Y así pasan las conexiones bonitas de la vida, pero tenemos que estar dispuestos y alertas para recibirlas.

¡DETENTE! Observa a tu alrededor estamos rodeados de Magia.